En un giro sorprendente en la historia de la moda colombiana, la diseñadora aclamada Nancy González enfrenta un nuevo capítulo en su carrera, esta vez en un escenario legal en Estados Unidos. González, cuyo nombre resonó en el mundo de la moda por sus lujosas carteras de piel de cocodrilo y caimán, fue extraditada a Estados Unidos el 30 de agosto para enfrentar cargos de conspiración para delinquir y tráfico ilegal de especies silvestres.
Sus elegantes creaciones adornaron los brazos de celebridades como Salma Hayek, Victoria Beckham y Britney Spears. Incluso, dos de sus diseños encontraron su lugar en una colección del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York en 2008.
Sin embargo, el brillo de su éxito ha sido eclipsado por las acusaciones que enfrenta ahora. Según la Fiscalía colombiana, González habría estado involucrada en un elaborado esquema para enviar carteras fabricadas con pieles de cocodrilos y caimanes a Estados Unidos sin los certificados legales requeridos. Contrataba a individuos para que llevaran estas carteras como “artículos personales” o regalos, y posteriormente las comercializaba a través de marcas de alta gama en el extranjero.
Las carteras diseñadas por González no solo eran símbolos de lujo, sino que también eran objeto de admiración en almacenes de moda icónicos como Bergdorf Goodman en Nueva York, Harrods en Londres y Galerías Lafayette en París. Estos productos de alto valor encontraron su lugar junto a marcas renombradas como Chanel, Hermes y Louis Vuitton. Incluso figuras de Hollywood, como Meryl Streep, fueron vistas luciendo sus creaciones en la pantalla grande.
La trama de González no se limitó al ámbito de la moda. Sus diseños, destinados a exposiciones de alta categoría y tiendas lujosas, eran un elemento recurrente en eventos de moda internacionalmente reconocidos, incluida la Semana de la Moda de Nueva York. Incluso hicieron apariciones en medios populares como la película “El diablo viste de Prada” y la serie “Sexo en Nueva York”.
El reconocimiento internacional y la gravedad de las acusaciones en su contra llevaron el caso hasta la Corte Suprema de Justicia colombiana. A pesar de los esfuerzos de su abogado, Jaime Lombana, por desvincular a González de las acusaciones más severas, la extradición fue finalmente avalada en febrero de este año y sancionada por el presidente Gustavo Petro.
El caso de Nancy González no solo arroja una sombra sobre su legado en la industria de la moda, sino que también plantea cuestionamientos éticos y legales en torno al comercio de productos hechos de pieles de animales protegidos.